Existen ciertas vitaminas que juegan un papel fundamental para fortalecer el sistema inmunitario y aumentar las defensas del cuerpo como por ejemplo la Vitamina C, ampliamente conocida por su capacidad para apoyar la función inmunológica y actuar como un poderoso antioxidante.
La Vitamina D también es fundamental, especialmente en la regulación y modulación del sistema inmunitario.
Las Vitaminas del grupo B, incluyendo la B6 y la B12, son esenciales para la producción de energía y la creación de células inmunitarias. Además, la Vitamina E actúa como un antioxidante que ayuda a combatir las infecciones manteniendo las defensas naturales del cuerpo.
No solo las vitaminas son importantes para el sistema inmunitario, también lo son otros nutrientes como el Zinc, un oligoelemento muy importante que apoya el metabolismo y refuerza el sistema inmunitario haciendo que el cuerpo reaccione cuando tiene que defenderse frente a las infecciones o agresiones externas o el Selenio que ayuda a proteger el organismo frente a infecciones y los daños ocasionados por los radicales libres.
La suplementación con vitaminas para mejorar las defensas puede ser especialmente beneficiosa durante y después de períodos de estrés, durante la temporada de resfriados y gripe, o cuando se siguen dietas restrictivas que pueden limitar la ingesta de nutrientes esenciales.
También es recomendable durante recuperaciones de enfermedades o cirugías, momentos en los que el cuerpo necesita apoyo adicional para reforzar el sistema inmunológico.
Reforzar las defensas del cuerpo es esencial para mantener una buena salud y bienestar general. Un sistema inmunitario fuerte protege contra enfermedades infecciosas y crónicas al detectar y combatir patógenos como virus, bacterias y otros organismos invasores.
Además, un sistema inmunológico robusto ayuda a recuperarse más rápidamente de las enfermedades y puede mejorar la capacidad del cuerpo para responder a tratamientos médicos.
