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Debes tener en cuenta que tu tipo de piel es clave a la hora de elegir un protector solar.
Las pieles grasas se benefician de fórmulas matificantes, no comedogénicas y libres de aceites, que evitan el bloqueo de los poros.
Las pieles secas pueden optar por protectores solares con ingredientes hidratantes, como ácido hialurónico o glicerina, para nutrir la piel mientras la protegen.
Las pieles mixtas requieren productos equilibrados que no engrasen las zonas oleosas ni resequen las áreas secas.
Las pieles atópicas necesitan una atención especial, ya que son más propensas a la irritación. Los protectores solares para este tipo de piel deben ser hipoalergénicos, sin fragancias ni conservantes, para minimizar el riesgo de reacciones adversas. Los protectores solares minerales son preferibles, ya que son menos irritantes y ofrecen una protección efectiva sin causar molestias.
Para elegir el mejor protector solar debes evaluar tu tipo de piel y tus necesidades específicas.
Busca productos que ofrezcan un amplio espectro de protección contra los rayos UVA y UVB.
Considera el factor de protección solar (FPS) adecuado para tu nivel de exposición al sol; un FPS de 30 o superior es recomendable para uso diario.
Las texturas del producto también son importantes: las cremas son ideales para pieles secas, mientras que los geles o fluidos son mejores para pieles grasas o mixtas.
Incorporar la protección solar en tu rutina de cuidado facial es esencial para proteger la piel del daño solar y el envejecimiento prematuro de la piel. Aplícala como el último paso de tu rutina matutina, después de los productos de cuidado de la piel como sérums y cremas hidratantes, a continuación, si lo deseas, puedes utilizar tu maquillaje.
Asegúrate de aplicar una cantidad generosa en todo el rostro, cuello y escote, y reaplica al menos una vez a mitad del día. Si la exposición solar va a ser prolongada o vas a ir a la montaña, playa o la piscina, recuerda que debes reaplicar cada dos horas o después de sudar o nadar. Usar protector solar a diario, incluso en días nublados, asegura una protección continua contra la radiación UV.
