Es importante recordar que los bebés menores de 6 meses deben evitar la exposición directa al sol, y su piel debe protegerse con ropa, sombreros y sombra siempre que sea posible.
Cuando usemos protección es crucial seleccionar productos diseñados específicamente para su piel sensible, como los protectores solares minerales. Estos actúan como una barrera física contra los rayos UV y son menos propensos a irritar. Además, se recomienda un factor de protección solar (FPS) de al menos 50.
Antes de aplicar protector solar, asegúrate de que la piel del bebé o el niño esté limpia y seca. Aplica el protector solar generosamente sobre todas las áreas de la piel expuestas al sol, incluyendo cara, orejas, manos y pies, al menos 15 minutos antes de salir al exterior. Esto permite que la piel absorba completamente el protector solar y esté lista para ofrecer su máxima protección.
No olvides reaplicar el protector solar cada dos horas, o más frecuentemente si el niño está nadando o si se frota con una toalla. Al aplicar, hazlo con suavidad, asegurándote de cubrir todas las áreas sin frotar demasiado fuerte, para evitar irritaciones.
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