Piel grasa. Guía completa para su cuidado
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En el mundo del cuidado de la piel, la piel grasa es una de los estados cutáneos más complicados de tratar, ya que es difícil encontrar una rutina que mantenga un equilibrio entre la disminución de la aparición de sebo y un correcto aporte de hidratación, que reduzca el tamaño de poro sin ser demasiado agresiva con la piel y que además limite la aparición de acné, en el caso de que haya.
Una de las principales consultas cosméticas en Farmacia se sitúa alrededor de esta problemática, ya que, si no se escogen buenos productos para su cuidado, pueden aparecer signos como brillo en la piel o sensación de suciedad (que puede afectar negativamente al estado de ánimo) o patologías como el acné y las marcas que puede dejar en la piel, pudiendo afectar a nivel psicológico de la persona que lo sufre.
Aunque existen activos eficaces para determinados tipos de piel grasa, no hay un tratamiento ‘’gold estándar’’ para todas las pieles de este tipo, ya que pueden ser pieles grasas y deshidratadas, pieles grasas sensibles o pieles mixtas con acné, entre otras, y, dependiendo del subtipo, emplearemos unos determinados productos u otros. Lo que sí es importante es conocer en profundidad qué es la piel grasa, que dice la ciencia sobre ella y cómo puede manifestarse en diferentes grados, para así elegir el tratamiento que mejor se adapte al estado de la piel. En este post y en los posteriores vamos a desarrollar todos los conceptos relacionados sobre la piel grasa y su cuidado.
¿Qué entendemos por piel grasa? Principales causas
De una manera sencilla podemos decir que la piel grasa es un estado de la piel que se manifiesta cuando las glándulas sebáceas producen una cantidad excesiva de sebo, que hace que la piel se vuelva brillante y grasa. Puede afectar a hombres y mujeres de la misma manera, aunque generalmente se da más en hombres, y aparece antes de la pubertad [1]. De esta definición podemos sacar una primera conclusión: las glándulas sebáceas van a jugar un papel fundamental en este tipo de pieles.
Las glándulas sebáceas cumplen una función de secretar sebo para formar un manto hidrolipídico con funciones protectoras, y están repartidas por toda la piel del cuerpo, pero en gran cantidad en la piel de la cara. Empiezan a desarrollarse de manera completa y secretar sebo al iniciar la pubertad, de ahí que esta edad sea un momento clave en la aparición de la piel grasa y el acné [2].
A nivel hormonal el proceso se vuelve bastante complejo, ya que entran en juego receptores hormonales, respuestas exacerbadas a las hormonas y mayor expresión de las enzimas androgénicas (conceptos que a nivel usuario son difíciles de entender), pero podríamos simplificar diciendo que la glándula sebácea está regulada por andrógenos (hormonas) como la testosterona y la 5-alfa-dihidrotestosterona, y que juegan un papel fundamental aumentando la producción de sebo, sobre todo en las glándulas sebáceas de la cara [3].
Atendiendo a los hábitos de vida, existen determinados alimentos que pueden favorecer el exceso de sebo en la piel, como los lácteos, los ultraprocesados y los dulces. Existe un curioso estudio en el que se demostró que la leche producía un aumento en la secreción de sebo por parte de las glándulas sebáceas, por su relación directa con el aumento de insulina y a su vez la relación entre insulina y aumento de secreción sebácea [4].
En cuanto a la edad, la mayor proliferación de sebo se alcanza entre los 15 y 35 años para luego disminuir [5]. Por género, los hombres suelen producir más sebo que las mujeres, y es importante destacar que la temperatura que nos rodea juega un papel importante en las características del sebo de la piel, con una relación directa entre aumento de temperatura y cantidad de sebo presente en la piel.
¿Tengo la piel grasa? Cómo saber qué tipo de piel tengo
La piel grasa es muy fácil de detectar: Se caracteriza por un exceso de sebo, sobre todo en la zona T (nariz y frente), donde encontramos mayor concentración de glándulas sebáceas. Suele tener el poro más grande y ser más gruesa de lo normal.
Existen varios tipos de piel grasa, como, por ejemplo [6]:
Piel acneica: es la más típica, caracterizada por la aparición de lesiones acneicas como pápulas, pústulas, comedones o quistes. Presenta una zona T grasa y la zona U seca. La producción de sebo es elevada, los poros suelen estar congestionados y hay presencia de la bacteria del acné, produciendo inflamación.
Piel grasa deshidratada: es aquella que presenta una alteración en el manto hidrolipídico, con un exceso de sebo y una falta de agua. Es más sensible a los alérgenos produciendo rojez y picor. Suelen aparecer dermatitis de contacto por el uso de algunos productos cosméticos.
Piel grasa sensible: es una piel que produce sensación de ardor y que presenta rojez. En casos graves torna a piel grasa con rosácea, donde aparecen pápulas inflamatorias y arañas vasculares, debido a una reactividad de los vasos sanguíneos. Se suceden numerosas respuestas inflamatorias.
Errores comunes en el cuidado de la piel grasa
Teniendo en cuenta los subtipos de piel grasa que puedes tener, puede suceder que te equivoques a la hora de elegir la rutina que mejor se adapte a tu piel. Por ejemplo, muchos limpiadores específicos para piel grasa pueden ser demasiado agresivos en aquellas pieles grasas sensibles; cremas hidratantes pueden aportar un extra de grasa que no nos beneficia, o productos con poca carga de activos pueden ser insuficientes en aquellas pieles gruesas con exceso de acné.
Mi consejo es conocer bien el estado de tu piel y a partir de ahí incluir productos que, por composición, puedan aportar lo que tu piel necesita ¿Tienes exceso de brillo? Busca un tratamiento que matifique la piel ¿Te preocupan los granitos? Prueba a utilizar ácidos que los contrarresten ¿Tienes exceso de sensibilidad? Prueba a hidratar la piel con productos suaves.
Claves para el cuidado de la piel grasa: limpieza, hidratación y protección solar.
Una rutina para el cuidado de la piel grasa debe incluir, al menos, estos tres productos. La limpieza ayuda a eliminar el exceso de grasa de la piel. Mi recomendación es utilizar limpiadores en formato gel, sobre todo en pieles con tendencia acneica, con activos como el salicílico, que retira la suciedad del poro.
Es fundamental limpiarse la piel cada día, si puede ser por la mañana y por la noche, para retirar la suciedad y reducir el sebo presente en el estrato córneo. Al contrario de lo que mucha gente piensa, lavarse repetidamente la piel no produce una sobreproducción de sebo por parte de las glándulas sebáceas [1].
Mantener un buen aporte de hidratación debe ser un ‘’must’’, ya que así mantenemos la piel sana. Según tu tipo de piel grasa, añade fórmulas como cremigeles o geles, con más o menos concentración de activos. Y, por último, pero no menos importante, la protección solar debe ser un imprescindible en nuestra rutina, sea cual sea el estado o tipo de piel, ya que neutraliza la radiación ultravioleta producida por el sol, que en pieles acneicas puede empeorar la inflamación local y derivar en manchas y oscurecimiento de cicatrices acneicas.
¿Quieres saber más sobre piel grasa? ¡Sígueme en los siguientes posts!
[1] Sakuma, T. H., & Maibach, H. I. (2012). Oily skin: an overview. Skin pharmacology and physiology, 25(5), 227-235.
[2] Strauss, J. S., Pochi, P. E., & Downing, D. T. (1975). Skin lipids and acne. Annual review of medicine, 26(1), 27-32.
[3] Akamatsu, H., Zouboulis, C. C., & Orfanos, C. E. (1992). Control of human sebocyte proliferation in vitro by testosterone and 5-alpha-dihydrotestosterone is dependent on the localization of the sebaceous glands. Journal of investigative dermatology, 99(4), 509-511.
[4] Yang, Z., Yang, X., Chen, X., & Wang, Y. (2021). Influence of family history, body mass index, selected dietary factors, personal habits, and menstrual history on oily skin in young women. Journal of Cosmetic Dermatology, 20(11), 3661-3665.
[5] Jacobsen, E., Billings, J. K., Frantz, R. A., Kinney, C. K., Stewart, M. E., & Downing, D. T. (1985). Age-related changes in sebaceous wax ester secretion rates in men and women. Journal of investigative dermatology, 85(5), 483-485.
[6] Hong, J. Y., Park, S. J., Seo, S. J., & Park, K. Y. (2020). Oily sensitive skin: A review of management options. Journal of Cosmetic Dermatology, 19(5), 1016-1020.
Todo lo que debes saber sobre el cuidado de la piel grasa:
- ¿Piel grasa? 6 tratamientos antiedad perfectos para ti
- Cómo maquillar la piel grasa: Consejos y recomendaciones farmacéuticas
- Cómo tratar el acné si tengo la piel grasa
- Piel grasa: productos y rutinas básicas para el cuidado facial
- Las mejores mascarillas de Farmacia para piel grasa
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Escrito por:
Antonio Lopez,
Farmacéutico
Licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada y Máster en Cosmética y Dermofarmacia por CESIF.