Cómo prevenir y tratar alergias relacionadas con el protector solar
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Protegerte de la radiación solar para así prevenir los efectos que los rayos solares producen en la piel debería ser un paso obligatorio en cualquier rutina de cuidado de la piel, ya que la radiación solar, entre otros efectos perjudiciales, genera radicales libres que, tras una serie de reacciones químicas, acaban destruyendo las proteínas de soporte de la piel, como el colágeno o la elastina.
Y no solo afecta a nivel de apariencia de la piel, los rayos solares pueden dañar el ADN de las células cutáneas, siendo un proceso acumulativo. Y si se acumula suficiente daño, las células pueden multiplicarse sin control provocando la aparición de cáncer de piel.
Por todo ello, el uso de un protector solar que proteja frente a las distintas radiaciones ultravioletas es un básico en el cuidado de la piel, sin importar el fenotipo de piel y la edad. Pero, ¿qué ocurre cuando el uso del protector solar genera una irritación en la piel?
Aunque no se den de manera habitual, las alergias a los protectores solares son un problema más común de lo que parece, sobre todo en ciertos tipos de piel, y los síntomas que aparecen son fáciles de reconocer. La alergia al protector solar, ¿depende del tipo de filtro? ¿de los ingredientes en la fórmula? ¿o por el contrario se produce como consecuencia del tipo de piel? Lo vemos.
¿Puedo ser alérgico a los protectores solares?
Me temo que sí, la piel puede ser alérgica al protector solar, es lo que se denomina "fotodermatitis de contacto". En la mayoría de ocasiones, una piel que sufre una dermatitis cuando usa protector solar es una piel que ya de por sí presenta complicaciones en el uso de determinados activos y frente a determinadas situaciones, como cambios climáticos bruscos o presencia de sustancias alérgenas en el ambiente. Son pieles sensibles, con tendencia a la reactividad, que desencadenan una reacción de dermatitis al contacto con los filtros solares o también por los excipientes incluidos en la formulación.
Si hablamos de protectores solares, los protectores solares químicos son aquellos que en la mayoría de ocasiones producen dermatitis por fotocontacto.
Los filtros químicos que más ocasionan dermatitis en pieles alérgicas son el PABA, la oxibenzona y los cinamatos, por este orden. El PABA fue de los primeros filtros que se usaron para proteger la piel frente a la radiación solar. En los años 60 era el filtro solar más común, aunque también la principal causa de dermatitis de contacto entre los protectores solares. Poco a poco fue retirándose del mercado y, hoy en día, prácticamente no se usa. Se sustituyó por la oxibenzona, que hoy en día es uno de los filtros más utilizados en protección solar, aunque también es la principal causa de alergia a los protectores solares, por lo que se debe evitar este filtro en pieles sensibles y reactivas.
Los cinamatos (podemos encontrarlos en formulación como octinoxato, por ejemplo) protegen frente a la radiación solar UVB, y aunque es bien tolerado por la mayoría de pieles, es recomendable evitar este tipo de filtro en las pieles sensibles [1].
Principales síntomas
Los síntomas de una fotodermatitis de contacto están bien definidos y son fáciles de reconocer. Tras su aplicación se produce escozor, irritación, inflamación y enrojecimiento de la piel.
Estos síntomas suelen durar de 30 a 60 minutos y desaparecen a las dos horas. Estas reacciones suelen producirse sobre todo en la zona de alrededor de los ojos [1].
Estos síntomas pueden darse también después de la exposición a la radiación solar sin el uso de un fotoprotector, por lo que es esencial proteger este tipo de pieles con productos especialmente formulados para evitar la alergia al protector solar.
Consejos para prevenir y tratar el problema
Si tienes la piel sensible con tendencia a la fotoirritación, sigue estos consejos para prevenir la dermatitis causada por protectores solares:
Si el filtro es físico, el riesgo de fotodermatitis de contacto disminuye: sabemos que existen dos tipos de filtros solares, los químicos y los físicos. Los químicos son aquellos que absorben la radiación ultravioleta y la convierten en calor, que se libera a través de la piel.
Los físicos funcionan reflejando y dispersando la radiación ultravioleta, como si fuera un espejo. Los filtros químicos, debido a su naturaleza, pueden causar irritaciones cutáneas, sobre todo en pieles sensibles, por lo tanto, se recomienda el uso de filtros físicos, ya que el riesgo de irritación en la piel es mínimo [2].
La piel sana es el mejor aliado frente a la irritación cutánea: mantener la piel sana hace que la función barrera de la piel (aquella que la protege frente a las agresiones externas) se mantenga en perfectas condiciones y pueda realizar su función de protección adecuadamente.
Para mantener una piel sana es necesario una rutina de cuidado que aporte todo lo necesario para que la piel se mantenga hidratada y, con la función barrera reforzada, el riesgo de sufrir reacciones de dermatitis es mínimo.
Si tienes dudas, prueba en una pequeña área de la piel: también conocidas como "pruebas de parche", se realizan cuando no estás seguro si algún ingrediente de la fórmula puede causar irritación.
Puedes aplicar una pequeña cantidad del producto en una parte pequeña de la piel y observar si hay alguna reacción adversa durante, al menos, 24 horas. Si se produce enrojecimiento o irritación, es mejor no usar el producto para prevenir episodios de fotodermatitis.
Si tu piel presenta problemas frente al uso de determinados protectores solares, debes usar aquellos que estén especialmente formulados para pieles reactivas. Contienen filtros que han sido testados en todo tipo de pieles, con resultados satisfactorios. Con este tipo de productos podrás protegerte la piel a diario sin temor a sufrir una reacción de fotodermatitis.
¿Has tenido alguna vez una dermatitis por el uso de un cosmético? ¡Escribe en los comentarios!
[1] Pustišek, N., Lipozenčić, J., & Ljubojević, S. (2005). A review of sunscreens and their adverse reactions. Acta Dermatovenerologica Croatica, 13(1), 0-0.
[2] González, E., & González, S. (1996). Drug photosensitivity, idiopathic photodermatoses, and sunscreens. Journal of the American Academy of Dermatology, 35(6), 871-885.
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Escrito por:
Antonio Lopez,
Farmacéutico
Licenciado en Farmacia por la Universidad de Granada y Máster en Cosmética y Dermofarmacia por CESIF.